Sentía un poco de lástima por ella ¿Quién no quiere sentir amor? me preguntaba.. ¿A qué le teme en verdad? ¿Era al dar amor o a sentirse amada?
Tal vez hay gente que no quiere que la amen, que no quieren mostrar su luz.
-"ME DAN GANAS DE LLORAR" decía. Tampoco quería verse vulnerable ¿Por qué querer ser siempre fuerte? me preguntaba una y otra vez cuando la miraba.
De todos modos la entiendo, el poder de un abrazo es algo difícil con que lidiar... Recuerdo el último abrazo con un gran amigo antes de irme a estudiar y seguido de su frase "cosas hermosas van a pasarte". Ese abrazo de una amiga antes de partir hacia Uruguay...un abrazo silencioso cargado de buenos deseos; el abrazo orgulloso de mi padre cuando rendí mi tesis.
El abrazo es la acción del amor en silencio. Es la acción en aquella ciudad, en aquel lugar, en ese momento e instante preciso. El abrazo es el hermano fuerte del beso, ese hermano de pocas palabras.
Ahora entiendo... le temía a la intimidad, porque en ese instante es cuando nos damos cuenta de que nuestra existencia tiene sentido. Sentido para alguien más. Es el encuentro intimo, la conexión con el otro de un modo corporal y sobretodo existencial.
"Helena soñó que hablaba por teléfono con Pilar y Antonio,
y eran tantas las ganas de darles un abrazo que conseguía traerlos desde España por el tubo.
Pilar y Antonio se deslizaban por el teléfono como si fuera un tobogán,
Pilar y Antonio se deslizaban por el teléfono como si fuera un tobogán,
y se dejaban caer, tan campantes en nuestra casa en Montevideo."
Andares/3, Eduardo Galeano.
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